Gabriel Becerra Y.
@BecerraGabo

De nuevo, como en la mayoría de las veces, la participación ciudadana fue pisoteada y utilizada para los fines propagandísticos de la administración Distrital. En esta ocasión el turno fue para la discusión del Proyecto de Acuerdo del Plan de Ordenamiento Territorial de Bogotá cuyo articulado será presentado el día 10 de septiembre ante el Concejo de la ciudad.

Si bien es cierto que la ciudadanía viene asistiendo a escenarios informativos desde la fase de diagnóstico puesta en marcha en abril de 2020, solo hasta mayo de 2021 los bogotanos conocieron el articulado final cuando este fue presentado ante la CAR. Desde mayo hasta la fecha la alcaldesa enfiló a sus funcionarios y aliados en las distintas instancias de concertación con el fin de dar trámite al mandato constitucional y legal de la participación ciudadana en los temas de ordenamiento territorial.

Como consecuencia, esta etapa de participación se surtió de manera apresurada, atropellando el derecho de las comunidades a incidir en la construcción del POT y con prácticas de manipulación en instancias como el Concejo Territorial de Planeación Distrital, CTPD.

Hoy la mayoría de las organizaciones territoriales, colectividades, voces expertas en ordenamiento territorial y en general los habitantes de Bogotá sienten que el POT de Claudia López se construyó a sus espaldas y no fueron tenidas en cuenta.

Esta situación se agrava cuando conocemos la realidad de los procesos: en su mayoría encuentros virtuales y en horarios difíciles para gran parte de la ciudadanía; sesiones que se dedicaron a promocionar el POT de la administración y no a dialogarlo y concertarlo con las comunidades; promesas de ajuste incumplidas una y otra vez, y desconocimiento e incluso posiciones contradictorias entre funcionarios de la Alcaldía en relación con temáticas cruciales del POT. Todo esto sumado a la velocidad con que se realizó este proceso da como resultado un precario, por no decir nulo, proceso de participación.

Por su lado, el CTPD, máxima instancia de participación ciudadana en temas de planeación territorial, sufrió las consecuencias de tener una parte de sus integrantes como correa de transmisión a la administración Distrital.

Precisamente, en la plenaria en la que se votó el concepto final, quedaron en evidencia los problemas internos del CTPD: en una jornada de más de 10 horas, que terminó en la madrugada del 25 de agosto, varios consejeros y consejeras manifestaron presiones y falta de garantías al interior de Consejo Territorial de Planeación Distrital para ejercer su derecho al voto. Aunque el concepto final fue aprobado con 29 votos de 63 y este en sí mismo no da un concepto positivo del POT, la alcaldesa Claudia López en medio de un despliegue mediático salió a celebrar la decisión del CTPD como un triunfo contundente y un respaldo ciudadano a su POT.

Así pues, todo esto nos indica que, en el gobierno distrital de Claudia López, la participación ciudadana incidente no tiene espacio, pues la única participación que le interesa a la alcaldesa es aquella que es dócil y que le sirve a sus intereses políticos: la participación que puede usar para su show ante las cámaras. El Proyecto de Acuerdo POT que llega al Concejo de Bogotá es un documento que brilla por la ausencia de las voces ciudadanas, esta realidad es razón suficiente para que el cabildo lo rechace de plano.

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